Preguntas que hacen mis lectores
¿Cómo y cuándo aprendiste a leer?
Aprendí a los cinco años con un silabario. Por las tardes, me enseñaba la nana que estaba en mi casa. Por las noches, seguía con mi papá. No fue fácil, pero recuerdo que era una sensación muy bonita ir avanzando a una nueva lección. Mi mamá me ayudó a aprender a leer en alemán.
¿Qué es lo que más te gusta que te regalen?
Libros, libros y más libros… pero también flores y lápices. Hay regalos que me llenan de emoción, como los dibujos que hacen mis lectores y que me regalan cuando visito los colegios. También me llega al corazón cuando alguno de mis alumnos me regala la consabida manzana para la profesora, sobre todo, si me la regala un profesor alumno en algún curso de perfeccionamiento o uno de mis alumnos universitarios.
¿Qué cosas te dan pena?
Me dan pena la pobreza, y que jóvenes no puedan llegar a estudiar por razones económicas. Me duele el alma pensar en la violencia intrafamiliar, los niños pidiendo en la calle, la gente sin trabajo. Muchas cosas me dan pena.
También me da mucha tristeza pelear con alguien, e intento dar vuelta la página lo antes posible y perdonar o pedir perdón.
En otros planos, a veces me dan pena algunos libros y algunas películas.
¿Qué cosas te dan rabia?
Dicen que no es bueno sentir rabia, pero a mí, a veces, me dan rabia la mentira, la
injusticia, y la falta de honradez intelectual.
¿Qué cosas te dan alegría?
Uff…. Muchas. Muchas. Muchas… Mi familia, mi marido y mis hijos, y ahora, mis nietos.
Para mí eso es lo mejor que tengo en la vida. Pero también me da alegría lo que hago: hacer clases, visitar colegios, conversar con mis alumnos, reírme en clases, escuchar a mis alumnos en los talleres cuando leen sus creaciones, trabajar con profesores, etc.etc.etc.
¿Estás contenta con tu vida?
Sí… muy feliz. Agradezco a Dios todos los días, por todo lo que me ha dado. Mucha felicidad, pero también una dosis necesaria de penas… Así, uno valora mejor lo que tiene… Yo soy de las que canto con la Violeta Parra , “Gracias a la vida”…
¿En qué lugar escribes tus cuentos?
Tengo la suerte de contar con una pieza para mí, que por supuesto, está siempre muy desordenada. Repleta de libros, llena de muñecos, brujas y muchas cosas entretenidas.
Ese es mi reino. Allí me siento frente a mi computador y escribo. También preparo clases y corrijo. En esa pieza siempre hay olor a papel y a lápices, lo que me trae muchos recuerdos.
¿Qué cosas te gusta comprar?
Muchas… pero siempre me las compro en sueños… Lo que sí me fascina son los libros.
Siento un goce enorme cuando me puedo comprar o encargar algún libro. Me gusta tocarlo, tomarle ese rico olor a imprenta, y por fin, disponerme a leerlo y gozarlo. Luego escribir mi nombre en él, compartirlo con mis alumnos y amigos, o ponerlo en mi biblioteca.
También me encanta comprar artículos de escritorio: papel, lápices, gomas de borrar, esquelas, de todo. Creo que eso me viene por haber sido hija de un librero. Mi papá solía traer a casa muestras de productos, y nos permitía usarlos los días domingo. Cuando él abrió la primera caja de lápices de colores alemanes, o cuando recibí de regalo mi primera lapicera de tinta, son momentos inolvidables. En esa época no se encontraban tantas cosas como ahora, por eso creo, que sigo comprando esas cositas…
¿ A qué te dedicas en tu tiempo libre?
Bueno, la verdad es que no me queda mucho tiempo libre, pero cuando lo tengo, me gusta descansar… así de simple… También me encanta cocinar. Dicen que cocino bastante bien, y me encanta preparar cosas para compartirlas en familia.
¿Qué época del año es la que más te gusta?
Todas, soy como el personaje que aparece en mi libro Las cuatro estaciones. Toda época del año tiene su atractivo. Me fascina la época de la Navidad y su preparación en la etapa de Adviento. La Semana Santa y la espera del Domingo de Resurrección. Me gusta festejar el 18 de septiembre. Me encantan las vacaciones.Todo el año tiene algo interesante y divertido. En mi familia solemos celebrarlo todo: los cumpleaños, los aniversarios, algún logro, etc.etc.
¿Eres chilena? ¿De dónde provienen tus apellidos?
Sí, soy chilena. Nací en Santiago de Chile. Soy muy santiaguina. Mis padres también nacieron en Chile. Mi apellido paterno es suizo francés. Mi apellido materno es de origen alemán.
Mis abuelos paternos nacieron en Suiza, en un pueblito en la región montañosa del Jura, que se llama Vicques. De allí partieron un día como emigrantes a Chile, y llegaron al sur, cerca de Victoria. Mi abuelo era herrero. Luego se vinieron a Santiago.
Mi abuelo materno llegó desde el puerto de Hamburgo y se radicó en Valparaíso. Allí se casó con mi abuela materna, que era, a su vez, hija de una familia de alemanes. Mi bisabuelo era relojero y construyó ese hermoso reloj que hay en la Intendencia de Valparaíso. Anteriormente, él había sido relojero en la corte del rey Luis II de Baviera, donde conoció al músico Ricardo Wagner.
Yo me siento chilena, si bien es cierto que he mantenido muchas costumbres heredadas de mis antepasados. Me encanta este país donde nací y donde vivo, y cuando viajo al extranjero, comienzo a sentir nostalgia, ya en el aeropuerto.
Cuando estudié en Alemania, solía buscar la Cordillera de los Andes, y añoraba comer unas ricas marraquetas.
Me encanta que en Chile hablemos el castellano, uno de los idiomas más hermosos. He tenido la oportunidad de recorrer toda esta larga y angosta faja de tierra, y es en Chile donde está mi hogar y todo lo que quiero.
¿Te gustan los niños?
Me encantan. Me entiendo bien con ellos, me río mucho y nunca termino de sorprenderme con sus respuestas. Son impredecibles y creativos. Me fascina conversar con ellos y hacerles clases. Lo paso muy bien compartiendo con ellos.
¿Conoces a algún escritor famoso?
Sí, a varios. He tenido la suerte de conocer a Pablo Neruda, en su casa de Isla Negra; a Ernesto Sábato, porque hice mi memoria acerca de su obra; a Marcela Paz, quien me invitó generosamente a pertenecer a IBBY, una institución que agrupa a escritores de literatura infantil; a Miguel Arteche, quien me enseñó muchas cosas importantes para escribir.
Puedo decir con mucha alegría que tengo de amigos a escritores maravillosos como Alicia Morel, Ana María Güiraldes, Jacqueline Balcells, Saul Schkolnik, Floridor Pérez, Manuel Peña, María Luisa Silva, Enriqueta Flores, Mauricio Paredes y muchos otros.
En muchos congresos he tenido la oportunidad de estar con grandes escritores de literatura infantil como Ana María Machado, Graciela Montes, Jairo Aníbal Niño, Graciela Genta, entre otros.
La lista es grande y siento mucha admiración por todos ellos.
¿Cuál es tu comida favorita?
Mi plato favorito es decididamente el “bistec a lo pobre”. Es el plato que me hacen el día de mi cumpleaños desde que me acuerdo. En realidad me encanta comer de todo, incluso espinacas que algunos niños odian. A mí no me gusta el pescado, ni algunos mariscos. En general, la comida chilena me gusta mucho: porotos granados, humitas, pantrucas, etc.
También me agradan las lasañas, igual que a Garfield. Soy fanática de las ensaladas y las frutas.
Y por supuesto, al igual que en mis cuentos, me gusta la mermelada arriba del pancito tostado a la hora del té…
Mi plato favorito es decididamente el “bistec a lo pobre”. Es el plato que me hacen el día de mi cumpleaños desde que me acuerdo. En realidad me encanta comer de todo, incluso espinacas que algunos niños odian. A mí no me gusta el pescado, ni algunos mariscos. En general, la comida chilena me gusta mucho: porotos granados, humitas, pantrucas, etc.
También me agradan las lasañas, igual que a Garfield. Soy fanática de las ensaladas y las frutas.
Y por supuesto, al igual que en mis cuentos, me gusta la mermelada arriba del pancito tostado a la hora del té…
¿Cuál de todos tus libros es el que te gusta más?
Eso lo deberían contestar los lectores… En realidad es como las madres con sus hijos… los quiero a todos… Cada uno me trae un recuerdo, alguna experiencia importante…
Ahora si tuviese que elegir por obligación, creo que me quedaría con los Cuentos con mermelada, con El perro confundido… quizás por las satisfacciones que me han traído en las conversaciones con los niños…
¿Hay personas que han influido en tu vida?
Sí, muchas. Mi padre que me dejó la gran lección de que uno cuando quiere puede, y también su amor por las letras y la música. Mi mamá con su entusiasmo y optimismo frente a la vida. Una tía muy querida que cuando yo era muy pequeña, me enseñó a admirar la belleza de la naturaleza.
En el colegio mi profesor de castellano que me apoyó para estudiar pedagogía. Clara Budnik, que como bibliotecaria me abrió un gran mundo de obras. Mis profesores en la Universidad que me mostraron el camino académico. Mi marido quien con gran generosidad me ha demostrado que las cosas no son tan complicadas como a veces parecen. En fin, he tenido la suerte de contar con muchas personas valiosas que me han ayudado a aprender y crecer.
¿Qué prefiere, ser escritora o profesora?
Las dos cosas, pero si me presionan para que dé una respuesta definitiva, debo decir “un poquito más, ser profesora”. Me encanta hacer clases. Me gusta mucho que los demás aprendan, ir viendo sus progresos, buscar estrategias para hacer las clases más motivadoras, preparar materiales, en fin, todo lo que forma parte de ser docente.
¿Qué sientes al escribir?
Primero lo paso muy bien, pero luego me la sufro harto. Intento escribir lo mejor que puedo. Corrijo mucho y pulo, y los borradores van cayendo al canasto de papeles. Pero siempre es una situación gozosa. Me río con mis personajes y me deleito viendo cómo se van independizando de mí y adquieren vida propia.
¿Cómo te inspiras para escribir tus cuentos?
Creo que siempre ando “con las antenas en alto”. Soy muy observadora y una palabra, una escena, un gesto, me pueden gatillar la idea para un cuento. Todos ellos se han originado a partir de algo concreto. Por ejemplo, los Cuentos con maravilla nacieron un día que yo estaba regando mi jardín y vi un girasol que había salido allí. El cuento Una Navidad diferente surgió al estar en una luz roja y ver cómo descargaban pinitos de un camión. El problema de Lorena, a partir de un recuerdo de mi propia infancia. Y así, todos…
¿Le cuesta poner los títulos?
Es lo que más me cuesta. Un título debe ser muy sugerente y no anticipar nada, pero sí invitar a leer.
¿Qué te gusta leer? ¿Tienes algún libro favorito?
A mi me gusta leer de todo, pero lo que más me gusta es la poesía. Siempre hay un libro de poemas sobre mi velador o encima de mi escritorio.
Por razones de trabajo, me toca leer muchos libros para niños.
Me encantan los mitos y los cuentos multiculturales, especialmente los de África, de los indígenas de Norteamérica, en fin, de todas las culturas del mundo. He leído también muchos cuentos de hadas. Me crié con los Hermanos Grimm.
Un libro que me marcó cuando chica fue Mujercitas. Yo quería ser como Jo.
Entre mis autores favoritos están los latinoamericanos, y también muchos europeos y norteamericanos. La verdad es que me cuesta mucho elegir alguno como mi favorito, pues me apasiona la literatura y me gustan muchos autores. Tengo la gran suerte de poder leer no sólo en castellano, sino también en otros idiomas.
¿Por qué escribes para niños?
La verdad es que yo no escribo “para” niños. Sencillamente lo que escribo le gusta a los niños, y por lo que he sabido, también a los grandes. A mí me gustan los temas que les agradan a los chicos. Creo que mi forma de escribir les atrae y se entretienen.
¿Cuántos hijos tienes?
Dos: un hijo, Pablo, y una hija, Claudia. Ambos ya son profesionales. Pablo es publicista y director de arte, y Claudia es psicóloga. Estoy muy orgullosa de los dos, son hijos maravillosos .
¿Estás casada?
Sí, felizmente, hace más de 40 años.
¿Te gusta coleccionar algo?
Sí… parece que soy bastante “cachurera”. Todo me trae recuerdos o me sirve para algo.
Colecciono sapos, de todo tipo (menos vivos). Tengo también una colección de brujas.
Mi colección más grande es de marcadores de libros y de ex libris, esas etiquetas que sirven para poner el nombre en los libros.
¿Has viajado mucho en tu vida? ¿Conoces muchos lugares en el mundo? ¿Cuál es el lugar que más te ha gustado?
Por razones de trabajo he tenido que viajar mucho a Europa y a Estados Unidos.
También me ha tocado conocer países de Latinoamérica. He estado en lugares muy lejanos como Marruecos e Israel.
El lugar más hermoso que conozco está en Chile, y son las Torres del Paine. Cuando estuve frente a ellas, sentí muy fuerte la presencia de Dios.